No basta con dar pedales, si no hacerlo de manera eficiente.
Es comun pensar que para montar en bici solo hace falta montarse y empezar a pedalear, y así es, pero para hacerlo de manera eficiente, evitando lesiones y sacándole el mayor rendimiento, es necesario adaptar la bici a tu fisionomía y caractarísticas, y para ello, nada mejor que un estudio de biomecánica. Asi que nada más adquirir la bici en Carrasco es Ciclismo me hice la prueba allí mismo.
¿Para que sirve?
En esencia, es la manera de adaptar la bici a tus características físicas particulares y conseguir así una mayor comodidad, eficiencia y rendimiento.
¿En qué consiste?
El estudio comienza con una exploración física de la persona, donde valoran posibles lesiones, se toman medidas, se comprueba la flexivilidad y la postura.... Esto le sirve al biomecánico para tener unos datos iniciales de nuestras características físicas con los que empezar a trabajar.
Una vez comprobada la parte física, pasamos a la mecánica, haciendo las primeras modificaciones. En base a los datos obtenidos anteriormente, se realizan los primeros ajustes en la altura y longitud del sillin y posición correcta de calas. Estos ajustes iran modificandose a lo largo de toda la prueba en función de las sensaciones que vayamos teniendo y de los parámetros que se vayan obteniendo del sistema utilizado para la medición biomecánica.
Ya sobre la bici, y tras comprobar que tenemos una posición correcta de brazos, tronco y piernas, se colocan una serie de sensores a lo largo del cuerpo, que son los que darán los datos precisos de nuestra forma de ir en la bici, e indican al operador como corregir o ajustar cada elemento de forma adecuada. Éstos parámetros pueden verse en la pantalla de un ordenador, con lo que puedes ir comprobando, en tiempo real, que los ajustes que se van haciendo influyen de manera positiva tanto en los datos mostrados como en tu forma de pedalear.
El estudio llevó unas 2 horas, a lo largo de las cuales se tomaron datos tanto en parado, como rodando a distintas intensidades y con diferentes apoyos de las manos en el manillar y posiciones de pedaleo.
El estudio llevó unas 2 horas, a lo largo de las cuales se tomaron datos tanto en parado, como rodando a distintas intensidades y con diferentes apoyos de las manos en el manillar y posiciones de pedaleo.
El estudio concluye con la entrega de un informe detallado y extenso donde se exponen todos los datos analizados, así como las modificaciones realizadas. Además de incluir consejos y sugerencias para aumentar nuestro rendimiento en el apartado físico. Todo muy completo.
Conclusiones
Al terminar la sesión y realizados todos los ajustes necesarios, la diferencia es evidente respecto al inicio, logrando un pedaleo más fluido en todas las posiciones y un aumento de la comodidad.
En mi caso particular, al no tener experiencia en ciclismo de carretera, no tengo vicios adquiridos, con lo que la adaptación a las modificaciones realizadas ha sido muy positiva e inmediata.
Personalmente estoy muy satisfecho con el resultados del estudio y la profesionalidad del operador (Shinué, de Training Performance Studio), quien tubo la paciencia y amabilidad de ir explicándome cada paso y revolviéndome todas las dudas y cuestiones que, como profano, le planteaba.
Y ahora sí... a dar pedales.
Un saludo.
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